¡Manto Ácido Protector!

¡Tenía muchas ganas de este post!

Para entender porque sí y porqué no de unos productos/activos, hay que empezar por el principio y eso vamos a hacer en una serie de entradas…

Se que muchas de vosotras sabéis que la limpieza es muy importante, pero sabéis realmente ¿porque? muchas veces nos perdemos en el limbo y es normal con tanta sobreinformación.

Seguramente  habrás oído hablar del manto hidrolipídico, una emulsión agua/lípidos que recubre la epidermis a modo barrera de protección, bien, a esa parte  «acuosa»  se le denomina manto ácido protector.

Un factor importante en este manto ácido, como su nombre ya lo indica, es el pH, valor que también influye en variadas patologías de nuestra piel. El pH cutáneo varía entre 4.5 y 5.9 en la superficie (se encuentran diferentes niveles de pH según la zona medida) y depende en gran parte del contenido de ácido láctico, aminoácidos provenientes del sudor, factores hidratantes naturales FHN (entre los que encontramos ácido pirrolidincarboxílico (PCA), aminoácidos, urea, glucosamina e iones como sodio, calcio, potasio y magnesio) y ácidos grasos libres del sebo estos últimos son sólo un pequeño factor ya que son muy poco solubles en agua.

Dicho esto es importante saber que el pH ideal está entre 5,4 y 5,9, el manto ácido protector proporciona a la piel sana su pH ligeramente ácido para:

  • Mantener la piel suave y flexible
  • Mantener la humedad y las bacterias saludables que viven en nuestra piel: y este punto es importante porque estas bacterias que componen la «flora microbiana»de la piel impide el desarrollo de bacterias asociadas a enfermedades como el acné, la rosácea, la psoriasis y la dermatitis.
  • Para que la capa córnea sea capaz de repararse a sí misma cuando esté dañada.

Cuando el pH de la superficie es más alcalino puede comprometer esta barrera de protección, la capacidad de neutralizar dependerá de la habilidad de las capas más profundas para enviar ácidos a la superficie.

Los dichosos jabones son sales de sustancias altamente alcalinas como hidróxido de sodio o hidróxido de potasio y áci- dos débiles como ácidos grasos saturados, no saturados o hidroxilados. El uso de estos jabones puede dañar la película hidrolipídica y resecar la superficie de la piel al extraer lípidos, alterando también el pH normal.

Después de la limpieza de la piel, la oclusión del estrato córneo es la forma más efectiva de restaurar la barrera cutánea y se obtiene con la aplicación de productos oleosos que impiden la evaporación de agua, como los “humectantes” (la lanolina, los aceites minerales, los derivados siliconados, entre otros.)

También puede aumentarse el contenido de agua del estrato córneo atrayéndola desde la dermis, con sustancias se conocen como “hidratantes” (urea, glicerina, propilen glicol, ácido pirrolidoncarboxílico (PCA, componente del FNH), proteínas como el colágeno y vitaminas A y E.

Una de las cosas que siempre os comento es que lo ideal es el uso de productos que combinan sustancias que tuvieran la capacidad oclusiva y la hidratante en la misma fórmula o combinarlas de manera adecuada.

Es importante tener en cuenta las características de la piel para escoger un producto cosmético.

El lavado excesivo con jabón inadecuado en la piel sana también es capaz de inducir alcalinidad, al producir disminución de la capacidad de neutralización y aumenta el riesgo de infecciones por microorganismos patógenos y oportunistas.

 

 

¡Y ahora amiguis! la próxima vez que os «limpiéis» el rostro con gel de ducha, de mano o muy astringentes, acordaros que vuestro manto protector y darle cariño del bueno…

Utilizando geles, leches o fluidos específicos para el rostro, os dejo mis favoritos del mundo mundial y estar atentas porque en breve habrá ¡sorpresitas!

 

Leche Enzimática renovadora – Extracare

 

Con extracto de papaya, aceite de romero y ácido cítrico.                                           Es un fluido lechoso que deja la piel maravillosa y sobre todo se aclara con agua.

 

 

 

 

Gel limpiador equilibrante – Extracare

 

Con aloe vera, agua de lavanda, pepino, gluconolactona y extracto de romero. Es un gel muy suave y respetuoso con la piel y lo más importante para mí, no reseca nada la piel.

 

 

 

 

 

Y si no sabéis que utilizar o por donde empezar, estaré encantada de ayudarte a encontrar una rutina tan sencilla o compleja como estés dispuesta a realizar, lo importante es empezar a cuidar de lo básico que es nuestra epidermis.

¡Os leo en comentarios florecillas!

 

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